Alex

Alejandro.

¿Qué podemos decir de Alejandro? Alex ha sido el personaje que más quebraderos de cabeza me ha dado y de seguro les dará a los lectores. Como se plantea en la contraportada del libro ¿está realmente loco? Eso es algo que tendrán que dilucidar ustedes.

Apenas si sabemos algo de él. Alguna descripción física y de comportamiento, sin embargo no tiene rostro, no sabemos nada de su alma ni de su psique. Y mucho menos de lo que realmente siente o piensa. Aunque esta afirmación les resulte paradójica.

Alex es un muchacho de clase media-alta con un padrastro alcóholico y putero, un hermanastro que para él es su hermano mayor y una madre normal. Sabemos que tiene amigos y que habla consigo mismo. Y ¿quién no habla consigo mismo aunque lo niegue a los demás? Sabemos que pasea y tiene una buena salud física. Sabemos que tiene miedo como todos los mortales. Sabemos que tiene mascotas. Y sabemos que tiene muchas cosas que contarnos.

Alejandro empieza hablando en primera persona desde un Hospital Psiquiátrico Penitenciario, ha sido expuesto a los métodos más atroces de la psiquiatría de 1975 y va drogado hasta las cejas. Alejandro tiene una pareja que no le comprende o no le quiere comprender. Alejandro tiene una situación familiar que le supera, Alejandro tiene un hermano pequeño que muere en un accidente de tráfico. Alejandro tiene estudios que ha dejado a medias. Alejandro vive en una ciudad donde siempre "llueve". Alejandro tiene muchas cosas en la cabeza y no para de darles vueltas. Alejandro es un proyecto de intelectual que se ha quedado en simples garabatos a lápiz en un papel amarillento. Alejandro es una sombra que se puede ver desde cualquier ventana. Alejandro en el fondo es un chico normal.

En resumen: Alejandro está montado en un caballo salvaje que galopa sin control abocado a un precipicio y resbala por una pendiente áspera y resbaladiza y no tiene donde asirse.

A veces la vida se nos expone como un camino llano y sin obstáculos y otras veces como un sendero obscuro y espinoso. A veces la vida se nos expone como un cruce de caminos y nos presenta un poste con dos direcciones. Pero a veces no tomamos la dirección adecuada o sencillamente nos pasamos ese letrero y nos vamos por la incorrecta.

El comportamiento humano es igual de impredecible que Alejandro. De un animal, cuando observamos bien sus señales, sabemos cómo va a actuar, pero una persona en un chasquido de dedos puede mostrar la cara más amable o la más temible. Y es que damos tantas cosas por supuestas...

Y esto es todo lo que puedo contar de Alejandro, porque Alejandro se deja leer entre lineas y no es fácil leer entre lineas.

Así que yo os pregunto ahora: ¿quién es Alejandro?





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